domingo, 11 de septiembre de 2011

Bioshock: Cuando Ayn Rand se encuentra con DOOM


En primer lugar tenemos a Ayn Rand, líder ideológica del individualismo o más exacto del objetivismo y famosa escritora de novelas de exaltación de “yo” humano sobre el “nosotros” social.  Sus novelas siguen el día de hoy, encontrando más y más adeptos y no puedo negarlo, yo entre sus muchos.  Anthem, The Fountainhead, We the Living y por su puesto, The Atlas Shrugged son cada uno la búsqueda de la autora por un legado de libertad y el derecho supremo del individuo por disfrutar el producto de su propio esfuerzo en su máxima capacidad.
Atlas Shrugged es, en especial, una novela que presenta la opresión de una sociedad totalmente colectivizada y la búsqueda de un grupo de grandes hombres por escapar de esta opresión, a través de su ciudad “Atlantis”.  Guarden este elemento, por que ya lo retomaremos posteriormente.
Y por otro lado, está DOOM, si aquel juego de los noventas que perfecciona la técnica de perspectiva personal, ya utilizada inicialmente por Wolfestein y sin el cual los juegos videos de hoy no serían lo que son.  Aquí si no hay mucho que decir.  Un soldado atrapado en un base espacial infestada de personas convertidas en monstruos, gracias a un terrible virus. El objetivo, una descarga permanente de bala en todos los tamaños, sabores y colores.
La pregunta es: ¿hay forma de unir estas dos cosas?  La respuesta es si: Bioshock I y II.
En corto, Bioshock es el mejor juego que he jugado y mi recomendación número uno de quien guste del género FPS(First PERSON SHOOTER).
Ya en detalle:
De que trata la historia: 
Rapture es una ciudad creada por Andrew Ryan (empezamos a ver los guiños directos con Ayn Rand) con el objetivo de eliminar por completo la interferencia del Gobierno y de la Iglesia en el desarrollo de las personas.  A partir de aquí empiezan a pasar cosas que, no voy a arruinar al jugador para que lo descubra por si mismo, y que conviertan  utopía Ryan en una distopía y entre en el caos total.  Rapture se vuelve una ciudad fantasma, dominada por los splicer, ex seres humanos, enloquecidos totalmente por el abuso de plásmidos, denominados ADAM, diseñados para alterar las condiciones físicas y mentales de las personas. 
Adicionalmente,  existen los Big Daddies, enormes robos recubiertos en escafandras de fuerza descomunal y cuyo único objetivo es proteger a las little sisters. Estas últimas, infantas destinadas a “chupar” el ADAM de los cuerpos inertes y fuente fundamental de cambio para el jugador durante el juego.

No crean por un instante que este juego, es una voladera de bala limpia, al contrario, quien intenta no soltar el gatillo se encontrará muy rápidamente con una escasez absoluta de municiones, producto precisamente de que el juego esta construido para una utilización muy inteligente de todo el armamento.
Bioshock fue catalogado como un juego de disparo en perspectiva personal, con personalizaciones de rol, elementos de juego de sigilo y sobretodo mucho supervivencia de horror (http://www.ultimagame.com/bioshock-j1184-p3.htm y http://www.ultimonivel.net/2007/08/bioshock-primeras-impresiones/)  y en este sentido es algo a lo cual nunca me había enfrentado.  Cada nivel es impresionantemente difícil y cada momento es lleno de suspenso y horror, donde a veces hay que decir: “vuelvo mañana, con más tiempo”.  Recuerdo, momentos, donde uno explora una habitación, y al voltearse está ahí el enemigo, que llego ahí para asustar al más pintado.
La estética del juego está cuidada hasta el último detalle.  Con una ambientación bañada en modernismo retro,  Rapture se ubica a finales de los cincuenta.  El uso estratégico de los colores fosforescentes, en contraste con el oscurismo de los fondos, denotan una ciudad en ruinas que una vez fue grande.  La banda sonora es impresionante y la señalética del lugar, perfectamente cuidada.


Mucho se ha escrito  acerca de si se trata de un juego que exalta la obra de Rand o si por el contrario, la critica.  No tengo hasta el momento, un criterio último, toda vez que parte del efecto del caos, está precisamente causado por lo que tanto se desdeña en su obra.   Aquí prefiero que cada uno se haga su propia opinión, derecho supremo del ser humano, dicho sea de paso.
En lo persona, primero jugué la parte II y ahora estoy fuerte con el primer número.  Y deseo que pronto salga Bioshock, donde dejamos atrás Rapture para trasladarnos a Columbia, una ciudad suspendida en los aíres.   
No tengo ninguna duda, que los muchachos de Irrational Games no nos defraudarán con esta nueva edición.